La ofensiva «antiMassa» sellada en una cena de madrugada tuvo costos altísimos para sus impulsores. El PRO y JXC quedaron virtualmente rotos y La Libertad Avanza tembló. El otro conflicto que empezó a emerger en las últimas horas son los serios reparos que despiertan las propuestas económicas de Javier Milei entre algunos de los economistas cercanos a Patricia Bullrich.
Según pudo saber Clarín, el candidato presidencial y la líder del PRO dejaron en suspenso la dolarización, la eliminación del Banco Central y el plan «motosierra». Fue una solución amistosa frente a un debate irresuelto que en las últimas horas dio lugar al «fuego amigo» y que amenaza con hacer estallar el precario acuerdo tejido en la casa de Mauricio Macri.
«Todos los economistas de Juntos por el Cambio coinciden en que no se puede dolarizar sin dólares, no se puede hacer, es muy riesgoso, puede desatar una hiper o un crack bancario», dijo una fuente cercana a Patricia Bullrich, quien mantiene contacto con un amplio arco, que incluye a Carlos Melconian, Guido Sandleris y Luciano Laspina, entre otros. En otros sectores de JXC, el programa libertario es visto como el mal menor ante la posibilidad de que Sergio Massa sea Presidente. «En mi caso, mi apoyo va a ser a Milei. No me gustan muchas de sus propuestas como tampoco me gustan las de Massa, pero me preocupa más la continuidad del kirchnerismo vía Massa que un Milei que está mostrando más moderación», dijo Sandleris a Clarín.
El economista nominado como ministro de Economía por la excandidata es uno de los principales enemigos de la dolarización. Melconian se recluyó luego de la derrota electoral que dejó a la candidata de JXC en tercer lugar, con el 23% de los votos. Pero en las últimas horas, hubo llamados de «acercamiento» en el marco de las negociaciones con Milei. Los equipos aún no se reunieron.
La Fundación Mediterránea comunicó el martes la finalización del programa en el que trabajó Melconian con Enrique Szewach, Rodolfo Santángelo y Daniel Artana. Allí, se propone un regimen bimonetario y la eliminación gradual del cepo. Hoy, el IERAL, presidido por Melconian, se sumó a la puja al señalar que después del domingo «pierde sustento político la dolarización».
Acuerdos frágiles
El tema es tan sensible que tanto Milei como Bullrich evitaron dar una respuesta, cuando les consultaron si sigue en pie el corazón del programa libertario. «La prioridad es llegar al poder, no bajo las banderas, tenemos diferencias en el margen, el Banco Central considero que no tiene que existir», dijo el candidato a TN, y afirmó que hay coincidencias en los «postulados» de Bullrich.
En la conferencia de prensa de ayer, en la que se oficializó el acuerdo con el líder libertario, la líder del PRO planteó como condición un capitalismo «competitivo», el «fin de la emisión monetaria» para financiar el tesoro, el equilibrio fiscal permanente para eliminar la inflación y un Estado «austero». En ningún punto, mencionó la dolarización o la desaparición del BCRA.
La discusión existe hace un tiempo puertas adentro de La Libertad Avanza. Las «palomas» ven innecesaria la dolarización y el cierre del Banco Central, si se reduce el déficit fiscal y se elimina la asistencia monetaria al Tesoro, mientras los «halcones», como Emilio Ocampo, empezaron a plantear la vía salvadoreña en lugar de la ecuatoriana, lo que implica un abandono «gradual» del peso.
Milei sigue manteniendo en secreto quién será su mininistro de Economía. Cerca de Bullrich observan que su círculo de asesores se redujo, lo que motivó el acercamiento del extitular del BCRA, Federico Sturzenegger, y el exvicepresidente segundo de la entidad, Demian Reidel. La situación, no obstante, también es delicada en JXC, desde que su líder reemplazó a Laspina por Melconian.
El mercado reaccionó el miércoles con la suba de bonos y el Merval. En la bolsa, llamó la atención de la suba de hasta el 7% en las acciones de los bancos con negocios en Argentina, un sector que rechaza la dolarización y se enfrentó a Milei previo a la primera vuelta por recomendar a la gente que no renovara los plazos fijos en pesos en pleno desarme de depósitos.