La Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina se reunió para analizar el panorama post-electoral y las primeras medidas anunciadas por el presidente electo, Javier Milei. La cúpula sindical expresó su preocupación por la posibilidad de un ajuste fiscal, la paralización de obras públicas y la privatización de ferrocarriles y Aerolíneas Argentinas. La reunión, realizada en la sede de la Uocra, se centró en los posibles efectos negativos de estas medidas en los trabajadores y sus derechos.
La CGT manifestó su disposición a mantener la guardia alta y monitorear las acciones del nuevo gobierno, especialmente en lo que respecta a los derechos laborales y las negociaciones paritarias. Existe una preocupación particular por el potencial retraso en el pago del aguinaldo a los empleados estatales y las implicaciones de las posibles privatizaciones en los sectores ferroviario y aeronáutico.
Héctor Daer, uno de los líderes de la CGT, afirmó que no descartan tomar medidas si el nuevo gobierno avanza contra los derechos laborales o las organizaciones sindicales. También hubo declaraciones sobre la importancia de preservar los medios de comunicación públicos, señalando que deberían ser intocables.
Los sindicatos mantendrán una vigilancia activa y están preparados para alertar sobre cualquier ajuste o cambio que afecte sus respectivos sectores. La CGT, aunque respetuosa de los resultados electorales, se muestra firme en su posición de no permitir retrocesos en los derechos laborales y está dispuesta a defenderlos frente a cualquier medida del nuevo gobierno que considere perjudicial.