En la cumbre crítica que se llevará a cabo en San Francisco, Joe Biden y Xi Jinping se enfrentarán cara a cara en medio de un periodo de creciente tensión entre Estados Unidos y China. Esta reunión, que marca su primer encuentro en persona desde hace un año en Bali, Indonesia, tiene como objetivo principal restablecer las comunicaciones entre los ejércitos de ambos países. Biden, quien viajó a San Francisco después de un discurso sobre la crisis climática, busca mejorar la relación con China en un contexto de desafíos globales, incluyendo la guerra en Ucrania, tensiones sobre Taiwán y el Mar de China Meridional, así como la reciente situación del «globo espía» chino derribado en Estados Unidos.
La cumbre también es clave para la economía mundial, con Estados Unidos mostrando una inflación reducida y una economía saludable, mientras que China enfrenta una desaceleración económica y una fuga de capitales significativa. Este encuentro entre Biden y Xi, líderes de dos superpotencias mundiales, se produce en un momento de competencia comercial y tecnológica intensa, y sigue a la guerra comercial iniciada por el expresidente Donald Trump. A pesar de la distancia y las diferencias, la cumbre busca reencauzar el vínculo y reparar líneas de comunicación, aunque no se espera un comunicado conjunto, reflejando el distanciamiento actual entre las dos naciones.