Alemania se consagró campeón mundial de básquet por primera vez en su historia tras derrotar a Serbia con un marcador de 83-77 en la final celebrada en el Hall of Asia de Manila, Filipinas. El equipo alemán tuvo una trayectoria invicta en el torneo, que incluyó una victoria significativa sobre el equipo de Estados Unidos en las semifinales. El Dream Team estadounidense terminó en cuarto lugar después de perder ante Canadá en el juego por la medalla de bronce. La competencia tuvo lugar en una sede tripartita que incluyó a Filipinas, Indonesia y Japón. El jugador destacado de la final fue Franz Wagner, quien fue premiado como el mejor jugador del partido por la leyenda argentina Luis Scola, contribuyendo con 19 puntos, siete rebotes y tres recuperos para el equipo alemán. Serbia, por su parte, buscaba su primera consagración tras perder la final en 2014.