Las medidas de ajuste fiscal del ministro de Economía, Luis Caputo, reciben el visto bueno del mercado, reflejando una caída notable en las cotizaciones libres.
En un contexto de desafíos económicos, el Gobierno argentino, bajo la dirección del ministro de Economía Luis Caputo, ha comenzado a implementar una serie de medidas restrictivas dirigidas hacia un equilibrio financiero a fin de año. La estrategia, conocida coloquialmente como el «Plan Caputo», incluye la actualización de impuestos a los combustibles, un incremento en la recaudación tributaria y un ajuste severo en las transferencias discrecionales a las provincias, todas medidas que reflejan la influencia ideológica de Javier Milei.
Este ajuste en las finanzas públicas ha tenido ya impactos tangibles, como el aumento en el costo del transporte público en Córdoba y el incremento de hasta el 300% en el impuesto inmobiliario urbano en Buenos Aires. Estas medidas se enmarcan dentro de la promesa de reducir el gasto público y ajustar las cuentas nacionales, con un particular énfasis en disminuir las transferencias a las provincias a niveles mínimos.
La respuesta del mercado ante estas medidas ha sido positivamente cautelosa. Recientemente, se anunció un resultado financiero positivo para enero de 2024, el primero desde agosto de 2012, indicando un superávit de $518.408 millones según la Secretaría de Hacienda. Además, una exitosa licitación de deuda por $4,9 billones a tasas reales negativas ha permitido al Gobierno planear la recompra de bonos AL35, reduciendo la deuda en dólares del Banco Central y retirando pesos circulantes del mercado.
En paralelo, el Banco Central ha logrado aumentar sus reservas a niveles no vistos en los últimos cuatro meses, con compras que suman US$7595 millones. Este fortalecimiento de las reservas es un paso crucial hacia la estabilización monetaria y la eventual eliminación del control de capitales, aunque tanto el Gobierno como el Fondo Monetario Internacional mantienen una postura cautelosa, enfocándose en alcanzar un equilibrio sostenible entre la oferta de pesos y dólares antes de determinar una fecha para el levantamiento del cepo cambiario.
El mercado ha respondido a estas señales con una reducción significativa en las cotizaciones de los dólares libres, marcando una posible confianza en la dirección económica del país. Sin embargo, la pregunta sobre si este es un «veranito» temporal o el inicio de una estabilización más duradera permanece abierta, dependiendo de la capacidad del Gobierno para mantener el rumbo fiscal y monetario prometido.
Extracto: Con el «Plan Caputo» en marcha y señales positivas del mercado, el Gobierno argentino avanza en su compromiso de ajuste fiscal y estabilidad económica, aunque las consecuencias políticas y sociales de estas medidas aún están por verse.