El gobierno argentino, bajo la administración de Javier Milei, detiene la financiación de obras en Misiones, dejando en suspenso proyectos de infraestructura esenciales y afectando a decenas de trabajadores.
Casi 50 obras en Misiones enfrentan un futuro incierto debido a la decisión del presidente Javier Milei de cesar la financiación de proyectos de obra pública en todo el país. Esta medida ha paralizado importantes proyectos de vivienda, educación, agua, cloacas, energía, puentes, rutas y saneamiento de arroyos, impactando directamente en la economía local y el empleo.
La administración Milei, que transformó el Ministerio de Infraestructura en una Secretaría bajo el control del ministro de Economía, Luis Caputo, ha puesto en una situación difícil a los gobernadores que buscan finalizar obras comenzadas en el mandato anterior. Con amenazas de recortes adicionales y un presupuesto ya ajustado, la liberación de fondos se ha vuelto una tarea ardua.
Entre las obras afectadas, destacan proyectos de gran envergadura como la provisión de agua para Bernardo de Irigoyen y la finalización de la autovía de la ruta nacional 105, así como la estación transformadora para Iguazú y el saneamiento del arroyo Mbotaby. El total de fondos pendientes para estas obras asciende a más de $15.246 millones.
Además, se encuentran paralizadas 18 obras de infraestructura escolar en diversos municipios, justo cuando se aproxima el inicio del ciclo lectivo. Esto incluye proyectos como la Escuela 106 de Posadas y la 773 de Montecarlo, entre otras.
El impacto de estas decisiones se refleja en la disminución del empleo y la desaceleración económica en la región. Ante este escenario, el Ministerio de Educación de Misiones explora alternativas de financiamiento internacional para continuar con los proyectos escolares.
La detención de la financiación de obras públicas en Misiones por parte del Gobierno Nacional argentino deja en vilo a decenas de proyectos y trabajadores, evidenciando un desafío significativo para el desarrollo regional.