Alberto Fernández realiza un balance de su mandato y se despide de la presidencia con un llamado a la unidad y a proteger la democracia.
En su último discurso como presidente de Argentina, Alberto Fernández realizó una reflexión sobre su mandato, destacando los desafíos enfrentados y defendiendo su legado. El mensaje, emitido en Cadena Nacional, también incluyó una autocrítica y un consejo para su sucesor, Javier Milei.
Fernández comenzó su discurso recordando los 40 años de democracia en Argentina y el significado del traspaso de mando, un evento que simboliza el consenso democrático y la fortaleza de las instituciones republicanas. Hizo hincapié en los desafíos que enfrentó su gobierno, como la pandemia, la guerra entre Rusia y Ucrania, y la sequía, y cómo estos impactaron en la economía nacional.
El mandatario saliente destacó los logros económicos de su administración, mencionando un importante ingreso proyectado para 2024 gracias a las exportaciones y ahorros en importaciones de gas, gracias a un gasoducto construido durante su gobierno. Además, resaltó la libertad de expresión y la ausencia de violencia institucional durante su mandato.
Contrario a las políticas que se esperan de Milei, Fernández defendió las empresas estatales y las obras públicas, subrayando la importancia de un Estado presente. Recordó el plan de viviendas y lamentó que este podría no continuar, enfatizando la necesidad de un Estado que atienda a las necesidades de la población.
El discurso concluyó con agradecimientos a su equipo, menciones especiales a Cristina y Néstor Kirchner, y un llamado a defender la democracia. Fernández expresó su amor por la patria y su compromiso con la política como herramienta de transformación en democracia.