Durante el regreso masivo de turistas a Posadas, el tránsito fronterizo experimentó un incremento significativo que superó la capacidad de las autoridades migratorias y aduaneras. Esto generó largas filas de espera de hasta 15 horas para regresar al país, provocando escenas de tensión y desesperación entre los viajeros. Además, surgieron informes de personas que ofrecían adelantarse en la fila a cambio de coimas de hasta 20 mil pesos, lo cual generó indignación y conflictos entre aquellos que pagaron y luego fueron rechazados por las autoridades. La situación llevó a un corte total en el puente que conecta Encarnación con Posadas, con el objetivo de exigir una mayor celeridad en el cruce y controles más rigurosos para evitar los adelantamientos indebidos. Los viajeros afectados se sienten perjudicados y vulnerados en sus derechos, y demandan una investigación exhaustiva para identificar a los responsables de las presuntas coimas y tomar medidas para erradicar la corrupción en los puntos fronterizos. La lucha contra la corrupción en los accesos al país se considera fundamental para mantener la integridad de los controles migratorios y aduaneros, y restablecer la confianza de los ciudadanos en las instituciones encargadas.