Mientras no se avanza con la implementación de la tarjeta SUBE Nacional, la tarifa en la ciudad de Posadas llegará a los $200, ubicándose así en la cima a nivel país.
A la vez, la obsoleta Sube Misionero, defendida con uñas y dientes por la empresa monopólica, solo permite la carga de hasta $600, lo que obligaría a los usuarios a la recarga cada cuatro viajes, un despropósito, a eso se deben sumar las dificultades para la reposición del plástico.
Los costos y la decidia van de la mano del sistema local, hecho a medida de las compañías, es necesario una verdadera decisión política, dejar de congraciarse con los empresarios multimillonarios y que solo se haga foco en los usuarios.
El intendente Lalo Stelatto, hace unas semanas dió un primer paso en miras de la nacionalización del SUBE, pero sin suficiente eco en el Concejo Deliberante, donde el lobby empresario sigue siendo muy fuerte.