El ministro Sergio Massa enfrenta la dificultad de pagar una deuda de US$2700 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI) el próximo lunes, ya que no han llegado los dólares del FMI para cumplir con el vencimiento. Debido a las demoras en llegar a un acuerdo con el FMI, se evalúa la opción de pagar la deuda utilizando yuanes prestados por el Banco de China. Aunque se espera que hoy se firme un acuerdo técnico (SLA) con el FMI, el desembolso de los fondos aún requiere la aprobación del directorio del organismo, lo que podría suceder después del receso de verano.
El Gobierno busca evitar generar más incertidumbre en el mercado cambiario en pleno proceso electoral, por lo que considera utilizar yuanes para pagar la deuda. Sin reservas internacionales disponibles, el Banco Central enfrenta una fuerte presión financiera. El SLA sería un alivio temporal, pero no garantizaría una estabilidad duradera hasta octubre, ya que el FMI solo convalidaría los desembolsos necesarios para cubrir los vencimientos con el propio organismo después de validar el acuerdo con el staff.
El FMI muestra un hartazgo generalizado con Argentina y exige medidas concretas antes de firmar cualquier documento. La política macroeconómica del país, incluyendo un nuevo impuesto a las importaciones, genera incertidumbre en el mercado y afecta la inflación y el nivel de actividad económica. Los inversores están atentos a las encuestas y a los resultados de las elecciones PASO, ya que una mala elección del oficialismo podría complicar aún más la situación económica y política en las semanas venideras.